La aprobación de un crédito implica numerosos requisitos que el candidato debe cumplir para la obtención del dinero. Además de esto, las entidades financieras revisan el historial crediticio, en donde quedan registrados los movimientos financieros y los antecedentes de usos de tarjetas de crédito y de préstamos anteriores.
Estos antecedentes son definitorios y significan la diferencia entre la obtención o no del crédito. Si bien no puedes cambiar tu historial crediticio de un día para el otro, si puedes tener en cuenta qué tipo de antecedentes son tomados en cuenta por el banco, para evitar que seas rechazado en la primer visita.
Aspectos a revisar para obtener la aprobación de un crédito
Puntuación de crédito
Este número es el indicador de la solvencia del cliente. Por lo general es un número de 3 cifras. A mayor puntaje, es mejor el perfil del solicitante del crédito.
Un número mayor a 740 es el ideal para obtener mejores tasas de interés y para obtener el crédito, mientras que 500 puntos o menos es el indicador de un mal perfil, con lo que seguramente el préstamo será rechazado.
Un bajo puntaje indica que no hay garantías que puedes pagar el préstamo, debido a tus antecedentes crediticios.
Historial de crédito
Aquí se analizan los créditos anteriores y actuales que poseas. Éstos pueden ir desde créditos pequeños como una tarjeta con línea de crédito baja, el plan de pago de tu celular o tarjetas de tiendas departamentales, hasta préstamos por cantidades mayores o créditos automotrices e hipotecas.
Si bien esto no es un indicador para que el crédito sea rechazado, si puede disminuir la cantidad de dinero que te prestarán. Intenta terminar de pagar los préstamos que tengas antes de solicitar uno nuevo, para que puedas obtener el dinero que deseas.
Relación entre gastos e ingresos
Otro aspecto a tener en cuenta para la aprobación de un crédito, es la cantidad de gastos mensuales que tienes y cuánto dinero tienes para pagar.
El préstamo será rechazado si tienes demasiadas deudas y tus ingresos no cubren las mismas. Para evitar esto, disminuye los montos de tus tarjetas de crédito e incluye en la solicitud de crédito cualquier ingreso extra que poseas.
Normalmente en esta relación entre gastos e ingresos se considera el que puedas demostrar que tienes la capacidad de hacer el pago de tu préstamo sin dedicar más de el 30% de tus ingresos.